jueves, 17 de abril de 2008

Mierda II

Azathot

Uno no quiere hablar de mierdadas, pero ¿qué se puede hacer cuando se respira por los poros la cagada?
Son las 17:00 y media
—¿y qué pedo?—
—Pues que nuay—. ¿estará perdida en el limbo del amor? o tal vez en la incertidumbre del placer; en la grata sumisión ante la violencia. ¿Dónde estará? Mi corazón aúlla ante la luna. Hay musas que inspiran versos fértiles llenos de amor y sexo, y otras que inspiran puro dolor. Son tan sublimes que uno no las puede asir y se desvanecen entre los dedos de los pies de los poetas.
Y entonces se tiene que hablar de estiércol en vez de flores. Son las 18:00 y mi corazón me dice:
–no mames, espérate otro ratito, qué tal si no te entendió bien—
—no hay pedo, al cabo el güey aguanta y puede aguantar toda la noche—, pero el animal se impone y decide ir a buscarla en el paraíso perdido de la “madre Roberta”.

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