miércoles, 29 de octubre de 2008

De la Sangre

Angélica Rivera
Yo no quería dejar que pasara, lo juro. Me habría gustado tanto impedirlo. Realmente es un verdadero crimen, me arrepiento. Si hubiera sabido lo que pasaría no lo habría hecho o por lo menos me habría ido fuera, lejos. No era mi intención, me da mucha pena, yo sabía que esa era tu alfombra favorita, madre. Pero ella estaba ahí, recostada, blanca como la luz que ilumina a los fantasmas, su piel brillaba, me llamaba. Lo que menos quería era ensuciar la alfombra, yo sólo pensaba en el cuchillo penetrando su cuello, en la sangre aquélla que en un hilo se iba escapando del rígido cuerpo. Pensé que podría beberla y así tenerla dentro de mí para siempre, pero al pasar mi lengua por el cuello ensangrentado, el afluente creció y no pude más que dejarlo escapar convertido en ríos rojos. Fue entonces cuando la alfombra, tu preferida, mamá, se ensució de rojo, pero no quise hacerlo, sólo fue un accidente.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por la incursión, no sé quién te dió ese texto, pero me parece soberbio el que me tomes en cuenta. En cuanto a tu texto, por que no unes más cosas por contar, y te animas a escribir aunque sea una novela corta. Bueno, a mí me da la impresió de que da para más, no es que se desvalorice como mincunto, o relato corto. sin embargo, lo he visualizado como una escena casi final de una serie de asesinatos accidentales (jajajaja) por no decir psicopatía. en fin, saludos. muchos abrazos y feliz aniversario. un gusto colaborar con ustedes. encantado de mi dulce, por eso de omitir mi otro apellido, gracias. Rodolfo.

Vicko Suárez dijo...

chido rodolfo, vivís? ni como localizarte pero gracias por aún colaborar en el tuguchis.

un abrazo carnal

Anónimo dijo...

no, ni còmo hallarme en esa ciudad.
pero ni modos, así es. por un buen he de estar lejos de la ínsula coneja. saludos, devuelvo el abrazo, Rodolfo.

Tonalli: Casa del Sur dijo...

Cómo que no sabes de dónde saqué ese texto lol, si vos me lo enviaste al correo del tuguchis jaja. Ya hasta te olvidas de lo que hacías cuando estabas aúí, chale.

Saludos.