domingo, 11 de enero de 2009

Perdido


Vicko Suárez


Hace varios días que no me encuentro, me extravié y no me he podido encontrar, busqué en mi habitación, en la azotea, en las tinieblas, pero no, ni una huella, ni un olor, ni un sonido de mí. Alguien me dijo: “pega carteles en las plazas con tu foto y tu descripción”, pero la verdad es que no tengo rasgos característicos: una cicatriz o un lunar que me distinga. Mi color de cabello es… normal; mis ojos… ojos color café oscuro, nada sobresaliente. Lo peor es que la exasperación comienza a hacerse cada vez más grande cuando me digo: “¡Qué solo estoy!, ¡Necesito de mí!, ¡Qué haré si mí!”. Es que uno no sabe que se tiene hasta que se pierde uno mismo. Me extraño, siento que mis pasos no son los mismos, que el silencio tampoco lo es; el aire parece estar más denso; mi piel me aprisiona, mis ojos comienzan a ver visiones o fallan al transitar de las letra s.No es cosa de broma, ojalá pudiera serlo. He salido a buscarme por los lugares que frecuentaba y otros que no, ¡Nadie me ha visto! Telefoneé a mis amigos pero nada saben de mí. Hasta he dejado la puerta de la casa entreabierta en las noches por si de casualidad aparezco mientras duermo. Ojalá supiera donde estoy, parece que me hubiera tragado la tierra, que el suelo abrió sus fauces para llevarme al infierno, al maldito infierno y; que el maldito diablo ya no quiso dejarme salir, ahora vivo ausente, ajeno a todo lo que era de mí.Me perdí y no me di cuenta sino hasta dos semanas después. Si alguien sabe dónde estoy por favor comuníquese conmigo para que yo vaya por mí. Esta vez prometo que al encontrarme no volveré a escapar, no volveré a perderme… por lo menos no tanto tiempo.

No hay comentarios: